Si tiene un reloj de cuerda manual, se recomienda darle cuerda todos los días. Los relojes mecánicos se deben revisar al menos cada tres y cinco años para comprobar la mecánica y volver a lubricarlo. Las pequeñas piezas del reloj se encuentran bajo una presión enorme, por lo que la fricción es su mayor enemigo. La lubricación evita que los rodamientos se sequen y desgasten las piezas de acero.
Exponer el reloj a altas temperaturas, como colocarlo en el salpicadero de su vehículo o sumergirlo en un jacuzzi, puede afectar el correcto funcionamiento de la pieza, acortar la vida de la batería o dañar sus componentes internos. Exponer el reloj a temperaturas de frío extremo puede provocar inexactitud en la indicación de la hora.
No someta un reloj de cuarzo analógico a la influencia de campos magnéticos. Si lo hace, es posible que deje de funcionar temporalmente o que se adelante o se atrase.
Para garantizar que el reloj conserve su impermeabilidad, asegúrese de que la corona siempre esté presionada contra la caja. Es conveniente que lleve su reloj una vez al año para comprobar su impermeabilidad. Si observa condensación dentro del reloj, significa que la impermeabilidad se ha visto afectada.
Para obtener el máximo rendimiento, limpie con frecuencia el reloj con un paño limpio y suave. Las manchas, gotas de agua y la suciedad que se acumulan sobre la caja o el cristal pueden causar un desgaste prematuro. Si lleva puesto un reloj resistente al agua en la ducha o en contacto con agua con cloro o agua salada, aclárelo después con agua dulce y séquelo completamente.
Cuidados de la superficie de cristal
- Un reloj puede tener un cristal de zafiro resistente a arañazos, pero eso no significa que pueda arrojar el reloj en un cajón al final del día. Es mejor envolverlo o guardarlo en un paño suave.
- Sustituya inmediatamente el cristal si está roto o rayado. Incluso una raya muy fina puede permitir la entrada de polvo o humedad en el mecanismo, lo que afectaría la precisión.
Cuidado de las pulseras de metal
- Si realiza actividades que lo hacen sudar en exceso, quizá deba considerar llevar un reloj con pulsera de metal o de caucho en lugar de cuero.
- Dado que la pulsera de metal está en contacto con la piel, recoge el polvo y la transpiración que posteriormente se convierten en suciedad si no se limpian periódicamente. Esto ocurre especialmente en la malla interna de la pulsera.
- Cuando aparecen suciedad y óxido en una pulsera, estos se disuelven por la transpiración y pueden causar manchas en los puños y, en algunos casos, irritación en la piel.
- Limpie la suciedad y la transpiración con un paño suave, seco y sin pelusa. Si el reloj es a prueba de agua, de vez en cuando puede limpiar la pulsera con un cepillo suave y agua tibia con jabón. Seque la pulsera completamente.
- También puede usar un palillo de dientes para limpiar la suciedad acumulada en la pulsera o en la caja del reloj.
Cuidado de las correas de cuero
- Las correas de cuero natural auténtico se deterioran gradualmente con la exposición constante a la transpiración. Si no se limpian, la transpiración puede eliminar los aceites naturales y hacer que el cuero se seque. La humedad se debe eliminar con un paño suave o con una toallita de papel y se debe dejar que la correa se seque por sí sola.
- Los restos de sal y suciedad pueden eliminarse de las correas de cuero al limpiarlas con un paño suave humedecido con jabón suave (o con un jabón especial para cuero).
- Lleve la correa ligeramente floja, dejando un espacio de un dedo entre la correa y la muñeca. Esto permite que circule el aire y se evapore la humedad.
Cuidado de las correas de caucho
- Las correas de caucho deben lavarse frecuentemente con un jabón suave y agua tibia utilizando un cepillo suave.
- Los disolventes, los aceites, la transpiración, las cremas bronceadoras y la sal pueden provocar el deterioro del caucho si no se limpian.
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